¿La cremación es tóxica? ¡Aclarando las dudas!
- Almas Vitales
- 26 nov 2019
- 2 Min. de lectura
La cremación o incineración es la práctica de deshacer un cuerpo humano muerto, quemándolo, lo que frecuentemente se lleva a cabo en un lugar denominado crematorio. Junto con el entierro, la cremación es una alternativa cada vez más popular para la disposición final de un cadáver. También es utilizada en animales para las personas que deseen conservar las cenizas de sus mascotas. Las cenizas obtenidas después del proceso de cremación son las que se colocan dentro de la Urna Bios®. ¿Este proceso de cremación es tóxico para el medio ambiente?
¿Qué contienen las cenizas humanas?
Las cenizas ya son un material inerte compuesto solo de celulosa, taninos, sales de calcio y potasio, carbonatos y fosfatos, entre otros componentes inertes. Los restos funerarios, como cuando quemamos madera 100% pura, pueden ser un magnífico fertilizante para la tierra o incluso en el medio ambiente acuático (a menos que sean espacios de deposición intensiva de cenizas).
El poder fertilizante de las cenizas fúnebres es evidente en el ejemplo de las urnas biodegradables como la Urna Bios® que incorporan una semilla de la cual puede crecer un árbol o una planta aprovechando la riqueza de nutrientes de los restos del fallecido.
Entonces, ¿por qué el sector funerario no quiere que las cenizas se extiendan fuera de los cementerios?
El sector funerario, especialmente, los gerentes de cementerios han apreciado que el auge de la incineración ha resultado en una reducción de sus ingresos. Se alquilan menos nichos y, aunque varía de ciudad en ciudad, en el mejor de los casos, no más del 30% de las «cenizas» humanas se depositan en columbarios ubicados en cementerios (un servicio que conlleva una tarifa, por supuesto).
Entonces, ¿son tóxicas las cenizas?
Si se han seguido las directrices ambientales marcadas, las cenizas del difunto que se recogen y se entregan a los familiares están libres de sustancias tóxicas, puesto que se volatilizan por la elevada temperatura alcanzada en el horno.
Como mencionamos anteriormente, las cenizas de cremación son, de hecho, un excelente fertilizante, como es evidente en la idea de la Urna Bios® que las utiliza para nutrir la semilla de un árbol que se enraizará gracias a ellas.
Sin embargo, las sustancias tóxicas incluidas en los ataúdes no certificados, los tapizados y los productos de tanotopraxia se convierten en dioxinas, furanos y otras sustancias orgánicas volátiles que deben quedar atrapadas por los filtros de los crematorios junto con los gases de mercurio de las amalgamas dentales. Por esta razón, un crematorio siempre debe cumplir con las directrices ambientales correspondientes. Esto es algo que puede ayudar a una familia a determinar qué crematorio elegir.
Fuentes: terra.org, ecofuneral, lavanguardia.

Comments